El crecimiento prostático benigno o hiperplasia de la próstata, se concidera una condición frecuente en varones de edad madura; aparece a partir de los 40 años de forma universal y el 85-90% de los varones de 80 años, la padecen.

Se considera una enfermedad incapacitante, ya que sus síntomas, afectan la calidad de vida del paciente.

Esta enfermedad como muchas otras, presenta manifestaciones y síntomas de manera lenta y progresiva. Los síntomas que aparecen en los pacientes, son de caracter obstructivo:

- Disminución del calibre y fuerza del chorro urinario.

- Goteo postmiccional.

- Sensación de vaciamiento incompleto.

- Alargamiento en el tiempo de vaciado.

De la misma manera, los pacientes pueden presentar sintomatología irritativa como:

- Urgencia urinaria.

- Incontinencia de orina.

- Nictura (levantarse varias veces por la noche a orinar).

La exploración física, la escala de síntomas urinarios, el ultrasonido abdominal, el antígeno prostático específico, así como la medición del chorro urinario (uroflujometría) sin herramientas sumamente importantes para el correcto diagnóstico y manejo de la enfermedad.

Existen afortunadamente, medicamentos útiles para tratar los síntomas prostáticos, los cuales están indicados cuando se trata de una enfermedad leve o moderada.

En los casos de enfermedad avanzada, la mejor alternativa es el manejo quirúrgico de la próstata en sus diferentes modalidades (resección transuretral de próstata o prostatectomía aboerta).

Los pacientes con enfermedad avanzada, suelen presentar cuadros de infección urinaria de repetición y retención aguda de orina, por lo que es necesario colocar una sonda por la uretra, para vaciar la orina de la vejiga, mientras el paciente es sometido a tratamiento quirúrgico.

Las complicaciones que sufre el paciente con un crecimiento prostático avanzado, pueden condicionar daño irreversible en la vejiga, formación de cálculos urinarios en vejiga o condicionar una insuficiencia renal crónica por obstrucción. Los síntomas del crecimiento prostático obstructivo y del cáncer de próstata, son practicamente los mismos, por lo que se recomienda a los pacientes acudir con el urólogo apartir de los 50 años para su revisión prostática.